El agua es esencial para la vida. Mantenerse hidratado es muy importante para poder tener una buena salud.
Muchas son las funciones del agua sobre nuestro organismo: regulación de la temperatura corporal, oxigenación de las células, transporte de nutrientes, conversión de los alimentos en fuente de energía y absorción de los nutrientes. Además, el agua realiza una labor de limpieza que es esencial.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es importante beber entre dos y tres litros de agua por día. De todos modos, para cada edad y para cada estilo de vida se tiene necesidades diferentes. Factores como el sexo, la edad y la actividad física diaria influyen en la necesidad de agua que nuestro cuerpo tiene.
Según su edad, su sexo, su condición física y su estilo de vida, el ser humano tiene aproximadamente 60% de agua en su cuerpo. En la infancia, esto llega al 80% y el número va cayendo hacia la vejez.
¿Qué es la deshidratación?
A pesar de la importancia de una buena hidratación, el cuerpo humano no tiene provisión para poder almacenar agua. Por eso, cada día, pierde alrededor de dos litros y medio a través de la orina, del sudor, de las heces y de la respiración. Es por esta razón que el agua que se elimina cada 24 horas debe ser restituida para poder mantener al organismo bien hidratado.
Cuando el balance entre lo que ingresa y lo que sale de agua es negativo, se produce lo que se conoce como deshidratación. Esta puede ser leve o grave, dependiendo de la cantidad de líquido corporal que se pierda. La sed aparece con una pérdida del 1% del agua corporal. Una reducción del 2% puede producir problemas en el rendimiento y en la función mental. En casos de deshidratación grave, se puede llegar a producir la muerte.
Buenos hábitos para mantenerse hidratado
La ingesta de agua se debe hacer a lo largo de todo el día y de manera gradual. Para las personas que tienen problemas para mantener este hábito, se recomienda tener por lo menos un vaso de agua en cada una de las comidas y cuatro vasos más a lo largo del día.
El agua con la comida favorece la ingesta de los sólidos, mientras que ayuda a eliminar toxinas cuando se bebe en ayunas.
Beneficios de una buena hidratación
Para el cerebro
El cerebro depende del agua en gran medida para poder trabajar de la manera adecuada. Con una buena hidratación, se ayuda a mantener la capacidad de memoria y de concentración.
Para el aparato respiratorio
Cuando se toma suficiente agua se hidrata las mucosas, los bronquios, la garganta y los pulmones. Eso reduce la probabilidad de infecciones virales en las vías respiratorias.
Para el corazón
Beber una suficiente cantidad de agua diariamente ayuda a prevenir el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
Para los riñones
Con una buena hidratación, el cuerpo puede eliminar toxinas y desechos. Eso reduce los trastornos y dolencias de los riñones.
Para el aparato digestivo
Si la hidratación es correcta, se favorece la absorción y la disolución de nutrientes. También se facilita la digestión, activando las enzimas fundamentales para brindar al cuerpo la energía que necesita.
Para la piel
El agua ayuda a hidratar la piel, manteniéndola saludable y elástica. Ayuda a evitar quiebres y resequedad.
Agua como un derecho humano
El 27 de noviembre de 2002, en Ginebra, el Comité de Derechos Económicos, Culturales y Sociales de las Naciones Unidas aprobó una observación general sobre el agua para entenderla como un derecho humano. Ello, a través de la siguiente declaración:
“El agua es fundamental para la vida y la salud. La realización del derecho humano a disponer de agua es imprescindible para llevar una vida saludable, que respete la dignidad humana. Es un requisito para la realización de todos los demás derechos humanos.”