El Sol es energía. Los rayos UV del Sol ayudan a producir vitamina D. Esta trae consigo grandes beneficios para la salud y la vida de las personas.
A continuación, veremos los beneficios de breves y controladas exposiciones al Sol en la mañana.
Mejora el aspecto de la piel
Exponiéndose al Sol media hora al día, en horario de la mañana, se pueden lograr grandes efectos en la salud y la estética de la piel. La clave de ello es hacerlo a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde, cuando se reduce sustancialmente el riesgo de quemaduras. A medida que estas exposiciones pasan, la piel va recuperando su equilibrio y sanando de manera progresiva.
Estado de ánimo
Lo rayos UV del Sol aumentan la producción de serotonina. Se trata de un neurotransmisor vinculado con la sensación de bienestar que interviene también en la regulación de la temperatura corporal, del sueño y de la conducta sexual. Permanecer breves momentos al Sol en la mañana ayuda a combatir el estrés diario, el cansancio o el malestar emocional.
Regula el metabolismo
Lo que se conoce como baños solares tienen un importante efecto sobre la hipófisis y las glándulas de la tiroides. Ayudan a una correcta regulación de la secreción hormonal. Además, favorecen el metabolismo de la glucosa, lo que permite reducir su concentración en la sangre.
Mejora las defensas
Diversos estudios han demostrado que permanecer breves períodos de tiempo al Sol ayuda a aumentar el número de glóbulos blancos o linfocitos. Son las células que se encargan de la primera línea de defensa ante una infección.
Reduce la presión en sangre
La vitamina D provoca vasodilatación de los vasos sanguíneos superficiales. Aumenta la circulación de la sangre en la piel, lo que lleva a reducir los valores de la presión arterial. Cuando los niveles de vitamina D aumentan, se reducen los niveles de hormona paratiroidea, que es la que se encarga de liberar el calcio de los huesos y de regular la presión de la sangre.
Ayuda a equilibrar el colesterol
La exposición controlada al Sol ayuda a metabolizar las grasas. De hecho, las personas que viven en climas predominantemente soleados presentan una menor incidencia ante las enfermedades cardiovasculares.
Además, los niveles de colesterol suelen reducirse en los meses de verano, puesto que los rayos UV son necesarios para la metabolización del colesterol. Cuando se toma Sol, se reduce el nivel de colesterol y se evita que las arterias puedan pegarse.
Favorece el sueño
Otro efecto del Sol es sobre la melatonina. Los niveles de esta hormona en sangre son más altos durante la noche, cuando no hay luz.
Esta hormona se encarga de regular el ciclo de sueño. Cuando hay luz, la melatonina desciende, lo que contribuye a que el cuerpo se sienta más despierto y se perciba más energía para el desarrollo de las actividades cotidianas.
Favorece la capacidad cognitiva
La exposición solar está asociada a la mejora en la función cognitiva. Diversos estudios la vinculan con una reducción en el riesgo de enfermedades neurodegenerativas como es el caso del Parkinson.